Es un universo distinto y paralelo. Universo de murallas y barbacanas. Silencio y miradas hacia el mundo opaco del infierno. Saben que se miran y que oyen sus respiraciones provocando catástrofes bíblicas a su alrededor. Los dedos y los ojos parecen cobrar vida propia y se sublevan a las órdenes insobornables de sus cerebros. Comienza entonces la extraña conversación de precipitaciones, anticiclones y meteoritos. Acuerdos y desacuerdos miserablemente inservibles.
Si te viera alguna vez en el ascensor, prometo no hablarte de lluvia, nubes ni tormentas. No haría falta porque allí mismo se manifestarán todos los meteoros posibles.
Entre miradas, caerá la nieve mojada en soles de plata
Entre caricias, lloverán perséidas de Luna enamorada.
Entre besos, arderán nuestras sombras con rayos de sal.
Entre lamentos, los truenos querrán apagar los silencios de nuestra boca.
Comenzará, entonces, el azote divino al que tú y yo hagamos frente para intentar no salir nunca de allí. Casi no me atrevo a respirar.
Si te viera alguna vez en el ascensor, prometo no hablarte de lluvia, nubes ni tormentas. No haría falta porque allí mismo se manifestarán todos los meteoros posibles.
Entre miradas, caerá la nieve mojada en soles de plata
Entre caricias, lloverán perséidas de Luna enamorada.
Entre besos, arderán nuestras sombras con rayos de sal.
Entre lamentos, los truenos querrán apagar los silencios de nuestra boca.
Comenzará, entonces, el azote divino al que tú y yo hagamos frente para intentar no salir nunca de allí. Casi no me atrevo a respirar.
Que miedo de mujer, es asmática como yo.
ResponderEliminarque hermoso! encontrarse contigo en un ascensor!
ResponderEliminarY que se pare el tiempo ahí afuera mientras tú y yo yacemos dentro.
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