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lunes, 22 de agosto de 2011

Águilas

Nebulosa del Águila
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Donde no existen las sombras, allí los hilos de saliva se unen en pequeñas gotas de mercurio, evaporándose la sustancia vítrea que flota en el crisol de los hornos atómicos. Los dioses inmisericordes comienzan entonces, la tediosa labor de tamizar la miel de la sangre. El mercurio y las gotas de miel mezclados, conforman el más apetitoso manjar para los seres celestiales. A ti y a mi, sólo nos dejan la escoria convertida en una aleación mágica de sangre balsámica y saliva salada.

Se extendió tanto entre nuestras bocas que ahora casi ni nos reconocemos.



5 comentarios:

  1. ¿Será por eso que no existe en este mundo la paz sincera?

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  2. Será por eso, mi querida Mayte. No obstante, reconocerás que Vivaldi supo reclamarla de una forma delicosa.

    Rombo, di que sí.

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  3. Más de dos millones de años y miles de estrellas en formación, para inevitablemente desaparecer. ¿Se reconocerán entre ellas?

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