Me recriminas siempre por no haberte acompañado a Nínive sin saber que Rodolfo, esos mismos días, me había prometido contemplar la cara oculta de Selene. Aún lo espero, aún me esperas.
Yo, que no pretendo fortalezas ni fortuna, sólo un sueño soñaría: entre un mar de girasoles buscaría un giraluna que velara y desvelara cada noche la otra cara de la luna...
No sé por qué será, pero mirar a la luna siempre me provoca tristeza. La luna vino a la fragua con su polisón de nardos El niño la mira mira El niño la está mirando
Yo, que no pretendo fortalezas ni fortuna,
ResponderEliminarsólo un sueño soñaría: entre un mar de girasoles buscaría un giraluna que velara y desvelara
cada noche la otra cara de la luna...
L. E. Aute
la luna ... que pedazo de sitio ansiado...
ResponderEliminarNo sé por qué será, pero mirar a la luna siempre me provoca tristeza.
ResponderEliminarLa luna vino a la fragua
con su polisón de nardos
El niño la mira mira
El niño la está mirando
Ah! Rodolfo, qué osadías promete... es un valentino!
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