Seguidores

jueves, 22 de noviembre de 2012

Juro que no lo sé

Quiero ser él ( o ella ). 

Y yo que presumo de laberintos en mi cabeza y de túneles no excavados por mí bajo el suelo de La Misteriosa. Pedante engreído que inventas otro Bugarach con la sola intención de enojar al Gran Gorila Gigante. Maldito ser misterioso que inculcaste a los pelícanos la inservible idea de convertirse en antropófagos. 

Y ecuaciones sin definición, sin artículos y sin sujetos y predicados. Poemas de segundo grado y con mil incógnitas por resolver.

Sal... ... ...en tu vientre, acechándome para que se me inculpe ante dios de los pecados más lascivos de este lado de la ribera.

Sí, confieso mis celos que me torturan entre geometrías y origamis. ¿Acaso no fuiste tú, hermosa puta,  quien vendía el alma a Asmodeo cuando yo te ofrecía mis tesoros? ¿De qué presumes entonces? Arpía condenada a seguir pintada en un fresco napolitano. ¿Follarte ahora cuando ni siquiera eres digna de llevar el nombre de la mujer de Lot? Eres de piedra granulada y salada, preciosa puta. Eres de cloruro sódico sólo por mirar hacia atrás.

Miel entre otoños y entre te quieros. Saliva, sal, sed y sed... ... ...y sal.


Me amarías si me vieras

10 comentarios:

  1. poder elegir probando ser ambos en una sola vida. poder elegir reitero.

    ResponderEliminar
  2. Jo, La isla, qué bonito poema. Me gusta tu pasión.

    ResponderEliminar
  3. Tu isla es mas que nunca labyrinto... salado. ( me gusta mucho la nueva moda por el jogging) :))

    ResponderEliminar
  4. Si lo juras, y lo juras por el Gran Gorila Gigante te creo que no lo sabes.
    Es mas creíble no saber que tenerlo claro.
    que buena entrada! saludos

    ResponderEliminar
  5. piedra, puta, sal y sed. imposible despejar la X en tus poemas de segundo grado. y ni falta que hace. genial.

    ResponderEliminar
  6. Este post denota un registro diferente a lo que nos tienes acostumbrados. Si se pudiese pinchar la entrada, destilaría deseo por todos los poros.

    ResponderEliminar
  7. Estoy con Camino... Eso sería genial. Aunque nos marchitáramos...

    ResponderEliminar
  8. ¿Dédalos inextricables? Siempre me vuelve Borges a al mente, que no a a la menta. Sigue a Ariadna y que el sexo sea el leitmotiv de nuestra crisis.

    ResponderEliminar
  9. Poder serlo y que quienes nos rodean, quienes nos importan, lo acepten.

    Si miras te conviertes en sal, ¿a quien se le ocurre? Nimia falta, castigo desproporcionado.
    Algunos nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino.

    ResponderEliminar
  10. Yo también lo juro. Hay putas que descolocan la mente de uno. Lo mismo que algunas reflexiones nos hacen flexionarnos de dolor...
    Por cierto, la escena del laberinto, sublime.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Ecos en La Isla